LA PLANTA DEL PAPIRO. CÓMO SE ELABORABAN.

DEL LIBRO: EL PRÉSTAMO EN EL ANTIGUO EGIPTO (INTRODUCCIÓN A LA PAPIROLOGÍA EGIPCIA).

El papiro es una planta del orden de las cipéraceas, (cyperus papyrus L.) que crece en abundancia en el Delta y en las orilla del Nilo sometidas a la inundación y que hoy casi ha desaparecido de las márgenes del Valle del Nilo, excepto en la zona de Wadi Al Natrún, zona de retiro monacal al oeste del Delta.

La planta alcanzaba una altura de tres a cuatro metros y medio, con un tallo triangular. Según HERÓDOTO, «el papiro, que brota cada año, después de arrancarlo (los paisanos) de los pantanos, cortan su parte superior -que destinan a otros fines- y se comen o venden la parte inferior, que hasta la raíz, tiene aproximadamente un codo de largo. Los que quieren lograr un papiro particularmente sabroso lo rehogan en un hornillo al rojo y, así preparado, se lo comen».

Pues bien, los otros fines del papiro, aparte de la comida de los tubérculos, parece ser era hacer sandalias, preparación para calafatear, confección de velas de barco, cuerdas, y sobre todo de material para escritura, el empleo más extendido en la antigüedad y que era un monopolio real; de ahí probablemente su nombre: pa-perô, «el de palacio», «el real». El papel de papiro más antiguo que tenemos se remonta a la Vª y VIª Dinastía egipcia y permaneció como único papel hasta tiempos de los Ptolomeos y después, en todo el mundo grecorromano.

Para elaborar los papiros, se cortaban las fibras en sentido longitudinal en finas láminas planas de 25 a 40 cms. de longitud y que, colocadas estas fibras en dos capas contrapeadas, se machacaban para sacar el agua y quedaban así unidas debido a una sustancia pegajosa que contienen, dejándolas luego secar al sol. Los papiros así obtenidos se colocaban para unirlos y construir rollos de diversa longitud, formando papiros de hasta varios metros de longitud, como el caso del papiro de Harris I, de época de Ramsés III, de 42 metros y el papiro Wilbour de 10 metros, de época de Ramsés V, que son los papiros más largos de Egipto que nos han llegado.

La tinta era negra o roja; la negra la preparaban con negro de humo u hollín, goma y agua y la roja, con ocre. Para escribir sobre el papiro, se usaban unas cañas o cálamos que procedían de un junco llamado por los botánicos «Juncus marítimus». Habitualmente tenían una longitud de entre 15 y 30  cms. y se cortaban formando un bisel. Para escribir en la piedra o paredes, los escribas solían machacar la punta para formar un pequeño pincel. Los utensilios del escriba necesarios para escribir eran: la paleta, el soporte del pincel, los cálamos y la bolsa de pigmentos. Uno de los ejemplos más ricos de estos utensilios fueron encontrados en la tumba de Tutankhamón; la paleta real era de madera sobredorada y taraceada de piedras semipreciosas y vidrios de color, mientras que los pinceles presentaban un manguillo cilíndrico muy refinado. Allí también se encontró otro utensilio de marfil con cabecera cuneiforme y el mango en forma de columna con remate iridiforme. Es posible que su función fuera aplanar y pulir los papiros antes de utilizarlos.